El Hospital Universitario del Henares ha comenzado a realizar el contacto “piel con piel” de la madre y su recién nacido también en las cesáreas, bien urgentes, bien programadas, siempre que se cumplan unos mínimos requisitos de seguridad para ambos.
Esta práctica, que tiene múltiples beneficios para ambos y ya se venía haciendo de manera normal en los partos vaginales, se ha extendido a las cesáreas, dentro del programa de parto humanizado de este hospital público de la Comunidad de Madrid.
El Hospital Universitario del Henares está siguiendo las recomendaciones de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) y de la Organización Mundial de la Salud, que destacan la importancia de que el contacto piel con piel comience inmediatamente tras el nacimiento, ya que aporta números beneficios tanto para el recién nacido como para su madre, incluidas las cesáreas.
La cesárea es una intervención quirúrgica que se realiza cuando el parto vaginal no es posible o conlleva algún riesgo para la madre o para el feto.
Tradicionalmente, el recién nacido es llevado a una cuna en reanimación donde se le realizaba una primera valoración, era examinado, identificado y se le administraba la profilaxis ocular y hemorrágica antes de ser entregado a su padre. Mientras, la madre permanecía separada en la sala de reanimación