La lluvia es el fenómeno meteorológico más habitual en el invierno en España. Esta infografía le proporciona las principales pistas para afrontar una conducción bajo la lluvia con seguridad y también cómo actuar si se produce –por ejemplo, por acumulación de agua en la calzada– el temido acuaplanin.
Con el asfalto mojado, la adherencia de los neumáticos es menor y necesitamos más metros para detener nuestro vehículo.
Así, cuando llueva mientras conduces, usa el alumbrado de cruce, aumenta la velocidad del limpiaparabrisas en los adelantamientos, amplía la distancia de seguridad y enciende la calefacción para evitar que los cristales se empañen.
Además, antes de empezar a circular, asegúrate de que tus neumáticos están en buen estado comprobando el desgaste de las ranuras principales de la banda de rodadura.
Y si entras en aquaplanin -los neumáticos no pueden desalojar el agua del firme por desgaste, baja presión o velocidad excesiva-, sujeta el volante con fuerza, no frenes a fondo y cuando notes que recuperas la adherencia, corrige la trayectoria suavemente.
En caso de lluvias fuertes, es posible que se produzcan riadas y fuertes avenidas de agua en los cauces secos de ramblas y rieras, que incluso pueden afectar a las carreteras que las crucen o que pasan cerca.
Si circulas con tu automóvil y observas que comienza a subir el nivel de agua en estas zonas, no trates de cruzar las zonas inundadas, valora la situación, avisa a emergencias (112) y busca un camino alternativo. El coche podría ser arrastrado por el agua con el consiguiente peligro.