La Concejalía de Política Medioambiental impulsa la campaña Coslada Composta. El proyecto consiste en la recogida de residuo orgánico procedente de hogares, comercios y/o instituciones sociales y educativas con el fin de proceder a su reciclaje.
Como explica el concejal delegado de Política Medioambiental, Julio Huete, se trata de «sustituir una economía lineal basada en producir, consumir y tirar, por una economía circular en la que se reincorporen los materiales que contienen los residuos para la producción de nuevos productos o materias primas».
En qué consiste el proyecto
El proyecto, cuyo propósito es la reutilización de materia orgánica y llegar así al residuo cero, tiene cuatro líneas de acción:
- Instalación de composteras en colegios públicos con el fin de reutilizar los residuos procedentes de los comedores escolares.
De esta manera, el alumnado podrá también aprender el proceso de reciclado de materia orgánica a través del compostaje. Según datos del mes de abril se han recogido ya 2.391 kilos de residuos orgánicos en las diferentes escuelas. - Convenio con IMIDRA para la recogida de biorresiduos municipales y su traslado hasta la finca de El Encín, donde después de un proceso de compostaje se incorporarán como abono a explotaciones agrícolas.
- Creación de una planta de compostaje para tratar los residuos procedentes del mantenimiento de las zonas verdes del municipio. Estos residuos tendrán así una segunda vida como fertilizante y como producto de mejora de la estructura del suelo, además de disminuir los transportes de restos a zonas más alejadas y la sobrecarga de vertederos.
- Introducción del contenedor marrón destinado a la recogida separada de la fracción orgánica por primera vez en el municipio.
En palabras del alcalde, Ángel Viveros, el proyecto Coslada Composta: “Es de gran importancia, porque supone implicar a diferentes colectivos, como al estudiantil, en la tarea de preservar el planeta a través de esta práctica».
Y añade: «Una vez más, nuestra ciudad se pone a la vanguardia en un ámbito, el de la economía circular, que marcará la vida de las ciudades europeas desde todos los puntos de vista a corto, medio y largo plazo”.