Después de dos años sin poder celebrarse a causa de las restricciones provocadas por la pandemia, ayer de nuevo Coslada vivió su fiesta de las preúvas.
En realidad, desde el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Cultura, se prepararon no uno sino dos celebraciones, una para los más pequeños de la casa y otra para los adultos, ambas en la gran carpa habilitada en el campo de La Vía.
La primera de ellas tuvo lugar por la mañana y hasta el recinto habilitado para la ocasión se desplazaron cientos de niños y niñas, sus mamás y papás y abuelas y abuelos, que desde las 11.00 hasta las 14.00 horas pudieron disfrutar de cuentacuentos, juegos y otras actividades, además de sus propias campanadas y una disco móvil.
Ya por la tarde y en el mismo lugar el turno fue para los mayores. Desde las 20.00 horas la orquesta Slabón amenizó la fiesta en la que hubo chocolatada popular, concursos y actividades de las peñas y asociaciones de Coslada. El alcalde, Ángel Viveros, precisamente les agradeció “peñas y asociaciones su colaboración para que todo salga con normalidad”. Del mismo modo, aprovechó para “desear a todas las vecinas y vecinos de Coslada un gran 2023”.
Todos los participantes en las preúvas pudieron aportar su granito de arena para aquellas familias que no lo pueden pasar tan bien a través del cotillón solidario organizado para la ocasión. El Ayuntamiento aportó las uvas y cotillones a cambio de la entrega de una unidad por persona de un litro o kilo de alimentos no precederos o productos de higiene personal y menstrual. Todo lo recogido será donado al banco de alimentos de la organización Sonrisa Digna.
El momento esperado por los muchos cosladeños y cosladeñas que se dieron cita en la carpa del campo de La Vía llegó a las 23.00 horas cuando se celebraron las campanadas con las uvas, después de las cuales se dio la bienvenida al ‘año nuevo’ con un espectáculo pirotécnico y con la música de orquesta Slabón hasta la 01.00 horas.